viernes, 8 de febrero de 2013

A propósito de las fiestas navideñas


LA PARTE TRISTE DE LOS JUGUETES: las pruebas de seguridad

¿Existe alguien capaz de destrozar un osito de peluche, más de cuanto lo haga un niño? Sí, se trata de adultos, técnicos de laboratorio cuyo trabajo consiste en evaluar la resistencia de los juguetes, para garantizar a los padres que aquellos juguetes que dan a sus hijos son seguros.
Por ejemplo en la Comunidad Europea existe una norma que establece las características que un juguete debe tener para poder obtener la certificación CE (conformidad europea). Dicha certificación viene impresa por los productores en todas las cajas y/o estuches, después de haber aplicado al juguete todas las pruebas necesarias de seguridad en un laboratorio especializado.
Las pruebas de seguridad comprenden el aspecto químico, mecánico, eléctrico, inflamabilidad y radioactividad, con la finalidad de reducir todos los riesgos que los juguetes pueden representar, como son: sustancias tóxicas en los materiales y colores, la fuerza de impacto que de proyectiles de las pistolas de juguete, hasta los decibeles de las sonajas de los bebes (ha pasado que muchas veces los bebes reaccionan llorando ante el sonido de una sonaja, pues está comprobado que se debe al dolor auditivo intenso que produce la sonaja).
Pero veamos con mayores detalles algunas de las principales pruebas de seguridad que se aplican:

Pruebas físicas y mecánicas

La mayor exigencia se da en los juguetes para niños menores de tres años. Los peluches son sometidos a una serie de pruebas de torsión, tensión y tracción. Inclusive hasta los mordiscos vienen simulados con máquinas especiales para verificar que ninguna parte se desprenda fácilmente, de manera que “invite” al niño a llevárselo a la boca.

Las máquinas a pedales o eléctricas, bicicletas y triciclos, son también sometidos a pruebas de choque, similares a las que se realizan con los autos. Normalmente la prueba consiste en lanzar los triciclos (con un maniquí a bordo) contra un muro, a la velocidad de 2 metros por segundo, y así poder analizar los daños y tomar medidas de correcciones necesarias. Luego vienen las pruebas de estabilidad, inclinándolos hasta que pierdan el equilibrio.

Pruebas químicas

Estas pruebas tienen como objetivo controlar las materias primas, pegamentos y pinturas, con las cuales están construidos los juguetes, y que estén conformes a los límites de seguridad establecidos internacionalmente (se controla la presencia de metales pesados y sustancias nocivas). Los principales análisis que se siguen son:
-   Test de Robinson: análisis sensorial de “gusto”
-    Análisis de saliva y sudor
-    Control de fórmulas en juguetes cosméticos
-    Contenido de níquel en juguetes metálicos
-    Contacto con alimentos
-    Determinación de agentes aceleradores, vulcanizadores y antioxidantes
-     Aminas aromáticas en tejidos y cueros.
-  Composición de las fibras, análisis de colorantes cancerígenos o alérgicos y resistencia del color.

Pruebas eléctricas

Se entiende como juguetes eléctricos a todos aquellos juguetes que funcionan con un máximo de 24 voltios. Debido al empleo de pilas, transformadores y carga baterías, se realizan pruebas de compatibilidad electromagnética y de frecuencia de banda. Pruebas particulares y específicas se aplican en el caso de juguetes que se mueven dentro del agua.

Pruebas de inflamabilidad

Se controla además que los juguetes no sean inflamables, y si lo son, las llamas deben propagarse con una velocidad inferior a 30 mm por segundo, así el  niño tiene el tiempo de lanzarlo hacia otra parte.
Oh…y ahora ¿quién podrá salvarme?...La Ley 2837
¿Se cuenta en el país con normas o leyes que nos protejan? Sí, la ASPEC (Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios), quien con su campaña de denuncias y marchas públicas ha logrado que el Congreso de la República apruebe la Ley 2837 que prohíbe la fabricación, importación y comercialización de juguetes y útiles escolares tóxicos.
Un caso particular, se vivió en Junio de este año cuando la Asociación de Consumidores de Chile (ACC) así como la ASPEC, solicitaron a la empresa Nestlé-Perú y Nestlé- Chile retirar del mercado los juguetes con los personajes de “Shrek 2” por contener tolueno (sustancia tóxica). Si bien Nestlé-Perú argumentó que los juguetes cumplían los estándares internacionales de calidad, en Chile se incautaron alrededor de 950 mil unidades de estos juguetes y la incautación y retiro de otros dos millones ya distribuidos.
Concientes de esta realidad, ¿seremos capaces de hacer algo? Probablemente no mucho, pero se hace necesario alzar la voz de alerta e invitar a todos aquellos negocios que de una u otra manera expenden juguetes a unir esfuerzos por ofrecer buenos productos a precios justos y no seguir timando con imitaciones burdas de marcas conocidas. A ustedes empresarios la palabra, a ustedes padres de familia la oportunidad.

Dr. Maximiliano Arroyo Ulloa
USAT

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