viernes, 8 de febrero de 2013

Las ondas Kelvin y su relación con el fenómeno del Niño


La brisa calurosa que sopla en estos días podría ser el paraíso para los amantes del verano y del mar. Pero hay algo más, esta brisa calurosa puede ser una señal de inicio de un nuevo Fenómeno del Niño o ser simplemente una manifestación pasajera de otra onda Kelvin, esto debido a la temperatura inusual de estos meses y al aumento en algunas pulgadas de las mareas, sin negar el hecho del aumento de la temperatura de las aguas del mar.

Una onda Kelvin es un tipo de onda que se genera en la superficie de un líquido fijo a sistema rotante y que se propaga a lo largo de la frontera del fluido. Una onda Kelvin cobra gran importancia en el estudio de las mareas, ya que en la actualidad se considera que una onda de marea es, parcialmente, una onda Kelvin; por lo menos en cuanto a la propagación a lo largo de costas o dentro de bahías y golfos.

Los antecedentes más cercanos de anomalías en la temperatura superficial del mar se mostraron en el mes de julio del 2004 cuando los vientos alisios se debilitaron en varias zonas del Océano Pacífico ecuatorial, que generó una fuerte onda Kelvin que se propagó hacia la costa Sudamericana dando por resultado un fuerte hundimiento de la termoclina oceánica (termocline: capa de agua en la cual se da el intercambio de temperaturas entre las capas inferiores y superiores de agua y que conserva  una calidez) y un incremento en las anomalías de las temperaturas sub-superficiales. Esta onda Kelvin llego a nuestras costas a fines de agosto incrementando la temperatura del mar en Ecuador y el norte del Perú.  Un nuevo debilitamiento del sistema de vientos alisios ecuatoriales se observó a fines de agosto, pero que no llegó a más.

¿Dónde se formas las ondas Kelvin?

Las ondas Kelvin se forman cerca de las costas de Indonesia y viajan hacia el este en dirección a Sudamérica. Una onda Kelvin típica tiene temperaturas mayores que las aguas circundantes. Ellas pueden existir solamente cerca del sector ecuatorial debido a la rotación de la tierra. La amplitud de las ondas Kelvin alcanza algunas decenas de metros a lo largo de la zona termocline, y la longitud de sus ondas hasta miles de kilómetros.

Existen dos tipos de ondas Kelvin: costera y ecuatorial. Ambas son manejadas por la gravedad y por factores de dispersión nula. Frecuentemente dichas ondas son estimuladas por cambios abruptos en la dirección e intensidad de los vientos. Las ondas ecuatoriales Kelvin se propagan hacia el este en el hemisferio norte utilizando las características de la línea ecuatorial como guía. Las ondas costeras Kelvin se propagan hacia el hemisferio norte en sentido antihorario, aprovechando la línea costera como guía. Estas ondas, especialmente las superficiales se desplazan de manera rápida, con velocidades promedio de 2,8 mt/seg o 250 Km/día, en este sentido una onda Kelvin podría tomar alrededor de dos meses para cruzar el Océano Pacífico desde Nueva Guinea hasta Sudamérica.

Las ondas Kelvin y el fenómeno del Niño

La llegada de una onda Kelvin no siempre significa que puede suceder lo peor, normalmente se manifiesta quizá con pequeñas lluvias o aumentos pasajeros de temperatura. No obstante eso, los científicos prestan mucha atención a estas manifestaciones porque existe la posibilidad que  encubra un fenómeno mayor: el Niño.

De la funesta experiencia del Fenómeno del Niño en 1982-1983, países como Estados Unidos, Japón y Francia han dispuesto alrededor de 70 boyas a lo largo del Pacífico ecuatorial. A este conjunto de boyas se le conoce como Red-TAO (Tropical Atmospheric Ocean), y su función consiste en supervisar la temperatura del agua a una profundidad de 500 metros, así como los vientos, temperatura atmosférica, y la humedad relativa.  La Red-TAO es uno de los sistemas más confiables para advertirnos la presencia del Niño, se cuenta también con el satélite franco-americano TOPEX-Poseidón, que puede medir la altura de la superficie del océano con el radar a bordo con que cuenta. Ambas tecnologías (Red TAO y TOPEX-Poseidón) han rastreado las últimas ondas Kelvin desde la que se formó cerca de Indonesia en diciembre del 2001, y que cruzando el Pacífico en enero llegó hasta las costas de Sudamérica en febrero.
No todas las ondas Kelvin pueden cruzar la inmensidad del Pacífico, pero la del 2001 logró hacerlo, por eso la importancia de un monitoreo constante del Pacífico ecuatorial.

Las ondas del Niño y de Kelvin son provocados por los vientos ( o por la falta de ellos) en el Océano Pacífico. Los vientos alisios del Pacífico soplan del este al oeste (de Sudamérica hacia Indonesia). La brisa persistente hace que las aguas superficiales calentadas por el sol, avancen hacia el oeste, teniéndose como resultado, que el mar cerca de Indonesia sea 45 cm más alta en relación al Ecuador. El mar cerca de Indonesia es llamada “piscina caliente” y según David Adamec investigador climático del NASA’s Goddard Space Fligth Center, es el área más grande de agua caliente en nuestro planeta, calentando tremendamente la atmósfera del Pacífico occidental.

Sucede que algunas veces los vientos alisios dejan de soplar días o semanas, y entonces las aguas calurosas empiezan a desplazarse hacia Sudamérica. El Fenómeno del Niño empieza cuando la ausencia de los vientos alisios es de varios meses, entonces fuertes ondas Kelvin aprovechan esta situación natural y cruzan el Pacífico para depositar sus aguas calientes cerca de Sudamérica, donde el mar es normalmente frío. Este proceso altera el tiempo del planeta, pudiéndose trasladar ondas de calor, vientos fuertes y otros fenómenos climatológicos como las lluvias del Pacífico occidental hacia nuestro continente, mientras que lugares como Australia, Indonesia y la India pasarían a sufrir sequías. Otros efectos ligados a este tipo de ondas son la presencia de neblina en el litoral, y cambios bruscos en la temperatura ambiente.

Representantes del gobierno central en un inicio descartaron la posibilidad de que la onda de calor tenga relación directa con el Fenómeno del Niño, pero investigaciones y estudios internacionales demuestran lo contrario, motivo por el cual no estaría demás que el gobierno regional actualice los programas de prevención contra desastres naturales, y evitar así sorpresas desagradables.

Dr. Maximiliano Arroyo Ulloa
USAT

7 comentarios:

  1. Muchas gracias!! buena información.

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  2. esta bueno (Y) Claramente, entendible.

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  3. Pocas veces se tiene la oportunidad de contar con una explicación tan didáctica y contundente.Felicitaciones

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  4. Excelente así es fácil entender el Fenómeno del Niño. Grcias

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  5. interesante la información me encanto!! se entendió bien ,
    gracias

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