viernes, 8 de febrero de 2013

GAIA, el planeta que vive


Al inicio pocos creían en la nueva teoría. Pero hoy en día se ve reforzada por nuevos elementos. La idea que la biosfera de nuestro planeta pueda ser interpretada como un ser viviente, en el cual los ambientes naturales son los órganos, es la teoría formulada por James Lovelock, la cual llamó Gaia (nombre de la diosa griega de la tierra).

Pero, ¿cómo es que nace esta teoría? En los años sesenta Lovelock es contratado por la NASA para investigar la posibilidad  de vida extra terrestre, concluyendo luego que no había necesidad de buscar vida alienígena explorando otros planetas, que bastaba observar la atmósfera u otros parámetros, porque la vida no es una cuestión de especie, sino del rol que cada uno lleva adelante para hacer funcionar un sistema más complejo. Y es que observando los intercambios de energía y la composición de la atmósfera, se puede entender no solamente que la vida existe, sino también que se ha logrado un cierto grado de desarrollo.

En este sentido, para Lovelock la tierra es un único organismo que se nutre de energía química y solar, que respira con sus forestas y las algas de los océanos, en los cuales la energía corre a través de la cadena alimenticia. Y como organismo que es, Gaia es capaz de autorregularse. ¿De qué manera? Hace 3,8 millardos de años hasta la actualidad, la tierra no se ha calentado ni enfriado demasiado para la vida debido a los organismos reguladores, como los invertebrados que han formado las plataformas carbónicas, que capturan anhídrido carbónico del aire transformándolo en carbonato de calcio, y  haciendo que la temperatura no se eleve. Una obra colosal que ejemplifica esta aplicación son los corales que han creado las islas Bahamas, casi un millón de kilómetros cúbicos de carbonato de calcio.

De acuerdo a información del Instituto de Ecología Terrestre de Edimburgo, la teoría de Gaia cobra mayor importancia por los recientes estudios realizados sobre el plancton, porque el plancton libera en el océano azufre donde una parte se volatiza y forma partículas ácidas, y éstas a su vez permiten la formación de densas nubes de lluvia. Si el plancton no realizara esta función, según Bob Charlson de la Universidad de Washington, las lluvias serían muy escasas y la temperatura global sería más alta, hasta en 10 grados centígrados. Es el plancton que hace que Gaia se mantenga relativamente fresca.

Un conjunto de ecosistemas locales dan estabilidad a la vida de Gaia, pero en todo esto, ¿qué rol tienen los hombres? Siendo la especie dominante, algunos la consideran como las neuronas, mientras que otros sostienen que es el hombre quien está destruyendo la biodiversidad, y por lo tanto, más que un cerebro representa un conjunto de células vanas y carentes de un espíritu de servicio hacia sí mismo y la sociedad. Se debe dejar de pensar en sí mismo, en las propias necesidades y derechos, recordando siempre que somos parte del planeta, y que éste planeta es nuestra única casa.

Dr. Maximiliano Arroyo Ulloa
USAT

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